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La “Ciudad Roja” de Marrakech es un lugar verdaderamente mágico, desbordante de mercados, jardines, palacios y mezquitas. Explorar la intimidad de los patios y serpentear por los callejones de la histórica Medina puede fácilmente completar tu día. No existe mejor forma de conocer Medina que literalmente caminar por los muros fortificados: las murallas se pueden recorrer a pie o en bicicleta. Encuentra la paz interior en el Jardín Majorelle o disfruta de la belleza de una de las mezquitas históricas de la ciudad (ten en cuenta que, a menos que seas musulmán, no se puede ingresar).

CUIDAD ROJA.

Empápate de sol en las magníficas playas de Agadir, la ciudad más visitada del sur de Marruecos. Sus amplias avenidas de palmeras y los bares frente al mar le aportan cierto aire de complejo turístico de occidente, sobre todo en invierno cuando se llena de europeos atraídos por sus excepcionales condiciones climáticas. Monta en camello, alquila un buggy o pásate por el mercado Suq al-Had, rebosante de especias del norte de África. Si quieres admirar unas amplias vistas a la ciudad, pasea hasta las ruinas de la Kasbah.

PLAYA DE AGADAIR

Teniendo en cuenta que su nombre es sinónimo del amor, Casablanca constituye un atractivo destino romántico en la costa de Marruecos. Aunque en la actualidad es una ciudad grande y moderna, todavía recrea muchas escenas de película para aquellos que quieran revivir el romance de Bogart y Bergman en la medina y el casco antiguo. Casa (como le llaman sus habitantes) no es demasiado turística, aunque ofrece sitios que merece la pena visitar, como la mezquita del Rey Hassan II, con el minarete más alto del mundo.

Casa  blanca

La universidad más antigua del mundo no es ni Oxford ni la Sorbona, es la universidad de Al-Karaouine, y la encontrarás en Fez el Bali. Esta ciudad amurallada, patrimonio mundial de la UNESCO, te transportará a la época medieval. Visita los vetustos y laberínticos barrios de la medina y las cuatro impresionantes puertas de Fez, con sus característicos azulejos marroquíes. Puedes ir caminando o, si te animas, tomate un taxi. ¡Pero agárrate fuerte al asiento!.

FEZ 

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